viernes, 31 de diciembre de 2010

Acaba el año. Un poquito de reflexión antes de las uvas:

Agradecimientos:
Gracias por este año que he tenido el privilegio de vivir, (con 47 años, ya he superado la esperanza de vida en no pocos países de  África).
 Gracias por las cosas buenas y también por las malas que me han pasado, pues con todas ellas voy creciendo y de todas ellas voy aprendiendo.
Gracias por tener la familia que tengo, los amigos que tengo, y la salud de la que casi todos gozamos.
Gracias por tener la capacidad de ilusionarme y la esperanza de seguir evolucionando y aumentando mi consciencia en este mundo.
Gracias por las comodidades que disfruto, y la vida fácil que me ha tocado en suerte. Podría haber nacido en China y trabajar 14 horas diarias en una fábrica, o en la India y haber callejeado desde niña pidiendo limosnas, o en Africa y haber sufrido mutilación genital o en un país centroamericano y haber tenido que emigrar dejando allá a mis hijos para poder alimentarles…Y estoy aquí, con el tiempo suficiente como para poder quejarme de no tenerlo.

Peticiones:
      San Francisco de Asís lo dijo tan bien que no se me ocurre nada mejor
                Señor, haz de mi un instrumento de tu paz.
                Donde haya odio, ponga yo amor;
                donde haya injuria, ponga yo perdón;
                donde haya duda, ponga yo fé;
                donde haya desesperación, esperanza;
                donde haya obscuridad, ponga yo luz;
                donde haya tristeza, alegría.

                Oh divino Maestro, concédeme que no busque tanto
                ser consolado, como consolar,
                ser comprendido como comprender,
                ser amado como amar;
                porque es dando como recibimos;
                es perdonando como perdonamos;
                es muriendo  a uno como nacemos a la vida eterna.



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