Dice
Nietszche “Quien tiene un porqué para
vivir, encontrará casi siempre el cómo”.
Tener un
objetivo, una ilusión, o un proyecto, es el motor para vivir. Sin una motivación la vida no tiene sentido,
pero a veces sufrimos el espejismo de creer que nuestra vida agitada, nuestras
prisas, y nuestra autoexigencia son nuestra motivación, y alimentamos el estrés
como una forma de sentirnos vivos, valiosos, y necesarios.
Si nos
permitimos abrir la mirada, tomar perspectiva de nuestra vida, mirando hacia el
pasado y hacia el futuro, quizá podamos darnos cuenta de que más allá de
nuestros pequeños éxitos y nuestras pequeñas miserias hay un porqué para cada
uno de nosotros, hay una auténtica motivación que en algún momento se quedó
enterrada entre obligaciones y prohibiciones, juicios sociales o familiares,
miedos e inseguridades.
Citando a
Séneca diré que “no hay viento favorable
para el que no sabe dónde va”.
Quizá merezca
la pena esa mirada amplia, si ello nos permite
identificar nuestro puerto de destino: qué papel queremos tener en este mundo, y de qué manera queremos desempeñarlo.
Hola Julia!
ResponderEliminarMe gusto mucho tu Blog :) las entradas son super interesantes!
Espero que también visites el mio (apuesto que te gustara), y des tu opinión :D
Saludos desde http://arbol-de-amor.blogspot.com.ar/
hola, siento no haberte contestado antes, he tenido muy abandonado el blog. Gracias por tu comentario, visitaré tu blog.
Eliminarun saludo
"Hay un porqué para cada uno de nosotros"... ¡Qué afirmación más esperanzadora! Gracias, Julia. En todo caso seguro que merecerá la pena esa mirada amplia de la que nos hablas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yogui, lo siento, acabo de ver este comentario de hace tres meses, y no te he contestado.
EliminarMe pasaré por tu sitio que seguro que me he perdido un montón de cosas interesantes en este tiempo, por cierto ¿qué tal el concierto de mantras?
un abrazo