lunes, 14 de mayo de 2012

¿Quién es quién?

Veo a mi padre que ya no es mi padre. Dentro de su cuerpo hay otro ser, inocente y gruñón a quien desconozco. Inseguro como no lo ha sido nunca, frágil y dependiente, asustado cuando mi madre no está cerca.
¿Dónde ha ido si no ha muerto? Su cuerpo sigue estando ahí, pero ya no es él. ¿De donde viene esa otra persona? ¿Ha estado siempre ahí?
Una amiga, cuyo padre también está aquejado del mal de Alzheimer me decía que él ahora era cariñoso y besucón cuando siempre había sido algo distante y le había costado manifestar  ternura…
Mi padre dice que  él jamás se ha afeitado con maquinilla, y que esos objetos que hay en el cuarto de baño no son suyos.
¿Quién está tomando el mando en el cerebro de mi padre? ¿Por qué ya no le gusta la mermelada y dice que nunca ha  jugado al ajedrez?
¿Es que llevamos todos dentro otra personalidad no manifestada, con distintos gustos y aficiones?
¿Hay otra “yo” a la que le gusta el fútbol y leer el Pronto? ¿Estará esperando que llegue el momento para salir y hacerse con los últimos años de mi existencia?

4 comentarios:

  1. Muchas preguntas de difícil respuesta...
    Yo te puedo decir que estamos atrapados en un cuerpo físico, el cuál nos sirve para aprender y experimentar en esta realidad dual.
    Creo que cuando nuestro cuerpo se "avería", dejamos de aprender y de experimentar y solo nos queda pasar a otro plano, en el que quiero creer nos sentiremos liberados de nuestra particular celda.

    Mucho ánimo, paciencia y un abrazo.

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    1. Sí, supongo que "atrapados" es la palabra.
      Gracias por tus palabras de aliento y un abrazo también para tí.

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  2. Querida Julia, gracias por este post humano y emocionante. A todos nos recuerda que somos frágiles, que no estamos a salvo de nada ni nada sabemos con certeza, y que el sufrimiento está a la vuelta de la esquina.

    El misterio del sufrimiento... Mira que hay filosofías y religiones que hablan de ello..., y nada, ni una certeza. Una vez más incertidumbre, inseguridad y fe.

    Hay un maestro zen de hace muchos años que decía: "Tírate al abismo valientemente, esa es la verdad". O sea: acepta lo que viene con valor porque nunca sabes con certeza lo que hay detrás.

    Debe ser muy duro ver como va diluyéndose una persona que conocíamos tan bien. Y qué difícil cuidarla...

    Un abrazo grande, Julia. Ya sabes que anochece y luego amanece.

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    1. Gracias yogui, es verdad que a veces se me olvida que luego amanece...
      un abrazo

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