domingo, 18 de diciembre de 2011

Os propongo una experiencia

La extraigo del libro “La curación cuántica”, del Dr. Frank Kinslow.
En otra entrada os hablaré más de él, pero ahora me gustaría solo adelantaros este fragmento
Siéntate cómodamente y cierra los ojos. A continuación, pon atención a tus pensamientos. Síguelos allá donde te lleven. Limítate a observarlos ir y venir. Tras haber hecho esto entre cinco y diez segundos, hazte a ti mismo esta pregunta y luego permanece muy atento para comprobar qué sucede justo después: “¿de dónde vendrá mi próximo pensamiento?”.

Os daré una pista: Pasa algo parecido a cuando para ayudar a una persona que tiene hipo le  instas apremiándole  “hipa, hipa ahora, ¡ahora!”. A veces funciona y el hipo se va.

2 comentarios:

  1. Ojalá manejar el pensamiento fuera tan sencillo, al menos alejar aquellos que resultan dañinos o molestos.
    Hace poco incluí una cita en una entrada que decía: La memoria es el perro más estúpido, le tiras un palo y te trae cualquier cosa.

    ResponderEliminar
  2. No es sencillo, pero si has probado a hacer el ejercicio, habrás visto que si los primeros pensamientos que has dejado vagar iban a un determinado ritmo (generalmente vertiginoso) el pensamiento esperado, el último sobre el que te preguntas de dónde va a venir, ha tardado un poquitín mas en aparecer. Esa pequeña diferencia es la que me da cierta esperanza de que es posible frenar ese ritmo. Ahora, de ahí a saber cómo...
    Ah¡ Está muy bien esa cita del palo,muy real.

    ResponderEliminar