domingo, 10 de noviembre de 2013

Casualidades y causalidades


Hay veces que un par  de acontecimientos ocurren curiosamente en el mismo momento, y lo llamamos casualidad. Cuando una serie de acontecimientos se encadenan de forma casual en una pertinaz y consecuente dirección yo ya no lo llamo casualidad  sino que lo llamo “causalidad” y me paro a un lado del camino para poder observar mejor dónde me quiere llevar esa serie de hechos conectados,  simultáneos o casi,  y me pregunto quién o qué está trazando esa dirección, qué fuerza está ordenando acontecimientos en el tiempo y en el espacio para que coincidan y provoquen nuevos acontecimientos que parecen perseguir el mismo fin. ¿Hay un propósito?
En los cursos de relajación yo siempre les digo a los asistentes que “colecciono casualidades”, que si la vida les ofrece  carambolas demasiado perfectas para ser casuales, me encantaría añadirlas a mi colección. 
¡Como nos reímos en Sherwood Forest con nuestros sombreritos!
En estos días, por una serie de carambolas que no viene al caso relatar, he contactado con la persona de la que hablé en el último post, después de haber perdido el contacto durante casi 20 años, y me pregunto una vez más ¿hay un propósito? Me gustaría poder decir “lo sabremos en el siguiente post”, como si fuera una serie televisiva…

6 comentarios:

  1. la ley de atraccion la llaman. hay un libro que se llama el secreto que habla sobre eso.
    como opinion personal te diria lo mismo que dice una cancion porque es lo que realmente pienso: da la casualidad,que yo no creo en las casualidades :D.
    un saludo

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    1. Cierto. Seguramente nada es por casualidad.
      gracias por el comentario
      un saludo

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  2. Causalidades siempre, es mi lema, acción reacción, sólo concedo alguna feliz coincidencia, poco más. Todo se provoca.

    Saludos.

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  3. Las atribuciones causales deben ser demostradas científicamente con evidencia, sino, entramos en la lógica de las superstición fácilmente y esto es perjudicial. Concederle poderes a que nos levantemos con el pie derecho, no quitarnos el poder de ser los dueños de nuestra vida.

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    1. Hola Manuel, siento contestar con ¡casi dos años de retraso! Gracias por tu comentario.
      Efectivamente, no se trata de perder poder sobre nuestra vida dando valor de "destino" o de "predestino" a esas casualidades. Creo que siempre hay que huir de la superstición. Simplemente me permito sorprenderme y "coleccionar" esas casualidades que por lo enrevesadas o difíciles me hacen pensar en un "para qué"

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