lunes, 21 de noviembre de 2011

Disertaciones

No pretendas que los sucesos sucedan como quieres, sino quiere los sucesos como suceden y vivirás sereno. (Epicteto de Frigia)
Cínicos y estoicos. Me importaba un pito. El profesor dictaba en un tono monocorde y nosotras copiábamos con el piloto automático encendido; después memorizábamos para soltarlo tal cual cuando nos lo preguntaran.
            Era un peaje que había que pagar, una píldora que había que tragar si queríamos seguir estudiando lo que realmente nos gustaba.
Han tenido que pasar casi treinta años para que descubra en  Epicteto un ser entrañable, un ser puro que tiene respuestas a muchas de mis dudas, que me reafirma en muchas de mis ideas (seguramente aprendidas de otros que aprendieron de Epicteto, como el propio Ellis del que os he hablado últimamente).
Ahora pienso, ¿Cuántas otras maravillas me habré perdido? ¿Cuantas otras oportunidades de engrandecer mi espíritu he desperdiciado?
          Quizá no era el momento. Quizá ese “profe” monótono y desmotivado  estaba ahí para que yo siguiese el camino que he seguido y descubriera a Epicteto cuando lo he descubierto. 
          Quizá ahora sí es el momento.
       

8 comentarios:

  1. ¿Por qué no?, seguro que lo has descubierto por algo. Quizá ahora estés con el alma perfectamente encajado en tu cuerpo y sepas entenderlo como este señor se hubiera merecido.
    Que sí, Julia, que todo sucede por algo...
    Un besazo.

    ResponderEliminar
  2. Towanda, muy acertado lo del alma y el cuerpo. Desde luego, por ahí va la cosa.
    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  3. Sabias palabras, sin duda. Qué empeño en querer que las cosas salgan como pretendemos, y nos desestabilizamos cuando no es así. Intentar gestionar los cambios es lo que más aporta, y por lo que menos se sufre.

    ResponderEliminar
  4. Es cierto Sergio, cúanto sufrimiento nos ahorraríamos aceptando desde el primer momento que lo que sucede es lo único que tenemos, y a partir de ahí podremos modificarlo si no nos gusta o aceptarlo tal cual, pero sin la irracionalidad de negar que es lo que es...
    saludos y gracias por la visita

    ResponderEliminar
  5. ¿Cuantas maravillas me habré perdido?¿Cuantas maravillas me estaré perdiendo? Como tú, me lo he preguntado muchas veces con angustia.
    Luego, me he ido consolando con la idea de que es mejor encontrar que buscar. Es mucho más real y menos frustrante. Solo hay que estar atento, muy atento a lo que pasa por tu lado.
    Aunque en los momentos de dificultad tenía dudas de que esto que pensaba no fuese un consuelo de tontos.
    Ahora sé que también lo dice Epicteto (bueno, más o menos), lo que me alegra y además refuerza mucho el argumento.
    Gracias, Julia, por descubrírmelo.

    ResponderEliminar
  6. Un yogui en cuatro caminos: Dices que es mejor encontrar que buscar. Pues tienes razón, y ciertamente lo que dice Epicteto apoya tu argumento. Buena aportación.
    un abrazo,

    ResponderEliminar
  7. La verdad es que en el "insti" nos enseñan a memorizar las reflexiones de otros, pero no filosofía, si de verdad hubiese profesores de filosofía en los institutos de bachillerato que nos enseñasen FILOSOFÍA, la vida les iría mucho mejor a los adolescentes espñaoles.

    Un abrazo

    P.D. (cOMO VES ESTOY REPASANDO TODAS LAS ENTRADAS QUE ME HE PERDIDO ESTE TIEMPO)

    ResponderEliminar
  8. Ya veo que te pones al día, y es un honor para mí.
    Tienes razón en eso. Supongo que no es solo por los docentes sino mas bien por el sistema. Qué pena...
    un abrazo

    ResponderEliminar